viernes, 28 de enero de 2011

La manipulación no amerita al orden.

Deje de ir al psicólogo hace como un mes y unas cuantas semanas. A partir de alli también empecé a tomar las decisiones que jamás hubiera optado por hacer si no me encontrara tan perdida. Simplemente me rendí ante el juicio de mentes ajenas que te dicen qué hacer, cómo vivir, qué comer, qué respirar, qué decir, qué pensar.

Bueno, algo no cambió, mi pensamiento. Todos los días encuentro mi pedacito de soledad donde poder escribir o plasmar las cosas que realmente pasan por mi cabeza. Mas alla de que éstas cosas son nada más que pensamietos, y son tan efímeras como las estrellas, como nosotros, como todo.

Asi que...qué mas puedo decir. A mi la terapia no me sirvió. Me trajo caos, depresión, angustia, trastorno. No podía aguantarlo más. Cada día era un tormento más de una puerta que no debería haberse abierto nunca. 

Por eso...quizás, me pregunto, ¿Será bueno que nos conozcamos? A mi no me hace bien. A mi no me hace bien conocerme. Sólo puedo esperar renacer desde el impulso. Porque no me hace bien saber quien soy. No me siento bien sabiendo quién soy o puedo llegar a ser. Prefiero imaginarme que soy una figura moldeable y adaptable en todos los sentidos, tal y como el resto de nosotros.


Es doloroso y dificil sentirse diferente. También es doloro y dificil darse cuenta que uno se da demasiada importancia al adjudicarse una categoría propia donde nadie más entra. Pero es así, así se siente uno, por más egoista que suene, así es como me veo yo en un espejo.


En fin, ese era el pensamiento de un viernes a las 28-11.


Puesto que yo no puedo ser feliz con la vida misma, intentaré complacer a los demás.


Yo ya me perdí...


Yo ya me perdí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario