miércoles, 6 de julio de 2011

El dia que el Dios Cielo lloró.

Estiró su mano, delgada de dedos finos, sedienta de reclamarle al Dios Cielo que la dejara entrar de nuevo al paraíso. Veía sobre su hombro como el plumaje había desaparecido. La mancha bordo de su vestido teñía lentamente cada rincón de la tela. Sin embargo no estaba triste. Sólo se preguntaba el por qué la habian echado del Cielo. ¿Era por haber encontrado el amor de los mortales?
El ángel caído de antiguas alas grises, ya arrancadas de raíz de sus homoplatos, se levantó lentamente. Una mano tendida la había ayudado en la tarea. Se aferró fuertemente echando una última mirada.

Dudó.

Miró al suelo, donde no veía solo sus pies, sino unos ajenos, enfrente suyo, impidiéndole el paso. Alzó la mirada nuevamente, pero ya no pudo ver a su Dios, sólo vio un rostro mortal. Cerró los párpados, fundiéndose en un sólo contacto profundo de labios angelicales con mortales. Por primera vez se sintió con vida. Había renacido.

Entonces, el Dios Cielo, furioso, heló el mundo, y lloró desde una nube negra. Ese día nevó, recordandoles a los mortales, a ese mortal y a ese angel, que sólo nevaría aquel 9 de Julio para ellos dos, pues habían desafiado al mundo y al Cielo mismo.
Sin embargo 4 años más tarde, no ha vuelto a nevar...y el ángel sin alas llora por haber renacido en un mundo de mortales. Ya no es bienvenida en el Cielo, ya no es bienvenida en la tierra.

Es un ángel de alas rotas, vagando por un mundo que jamás logró entender.

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